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miércoles, 28 de septiembre de 2016

El sevillismo de las redes sociales.

No hace mucho las tertulias deportivas eran en el bar, el trabajo o un banco de cualquier plaza con los amigos, pero los tiempos cambian y el foro de disputa se ha trasladado al terreno de las redes sociales. Este hecho ha ayudado a agrandar el número de participantes y hemos pasado de un campo de regional de poco aforo a estadios de primera donde el número de participantes aumenta. Ya no compartimos las charlas con nuestro círculo de toda la vida únicamente, estamos expuesto a que cualquier aficionado se entrometa en nuestra conversación y comente su opinión, siendo la mayoría de las veces, una aportación contraria a la línea de debate que se está produciendo en ese momento. Sin darnos cuenta, estamos participando en un partido donde en lugar de ser compañeros de batalla somos rivales y esperamos la mínima oportunidad para devolver el golpe recibido en jornadas anteriores. 

Desde hace tiempo cada seguidor de Nervión se está generando o creando un perfil en estos medios modernos, como dice mi tío, que debe mantener y defender aunque el paso de los partidos y el rendimiento de los futbolistas le quite o le dé la razón. Se pasa muchas veces de la objetividad a la subjetividad, no importa defender lo indefendible aunque el mirar hacia detrás nos haya demostrado que hablar en septiembre sea sinónimo de porrazo grande, aquí hemos ganado tres títulos en las últimas temporadas sin dar importancia al trabajo, incluso, he llegado a pensar si ha influido más la suerte que la constancia en el desempeño de las funciones de cada profesional. 

Mi bautismo como internauta tuvo lugar en el foro oficial del Sevilla FC, en ese pequeño o gran reino sevillista, se produjo mis inicios con esta nueva forma de intercambiar opiniones sobre la actualidad de la sociedad. En esa tribuna donde los juicios estaban a la orden del día y las sentencias se dictaban de forma rápida, fuimos capaces de condenar a Juande Ramos en cinco jornadas, a Kanoutte lo tachamos de viejo y a Luis Fabiano de gran mentira. Sin embargo a los pocos meses el fútbol nos dio la oportunidad de vivir la noche mágica de Eindhoven y los criterios se modificaron y esos villanos se convirtieron en héroes aunque sus puestos no quedaron desiertos y fueron de forma rápida ocupado por otros protagonistas nacidos en Colombia, Uruguay o Costa de marfil. 

En definitiva, ha pasado más de una década y el mismo argumento sigue vigente, ha cambiado el emplazamiento donde se discute pero las líneas maestras se mantienen sin variar o estas a favor o en contra o eres de los míos o estás en la oposición pero nunca nos encontraremos en un punto común. Unos buscan cualquier resquicio para justificar cualquier derrota y los otros por el contrario rebuscan lo necesario para enturbiar cualquier victoria. Rico sale de los nominados pero "Mudo" ocupa su silla, esta  nunca estará huérfana porque como dice mi abuelo, siempre, hay que hablar de algo. Aunque por encima de todo estos conflictos está lo más importante no olvidar que para los conformistas e inconformistas las estrellas de la Champions alumbran Nervión por segundo año consecutivo y este hecho no había sucedido nunca en la historia.