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martes, 29 de diciembre de 2015

Tres partidos para situarnos bien en la parrilla de salida.

La conclusión de la primera vuelta se acerca, el equipo se encuentra en tierra de nadie. Sin embargo, la sensación del aficionado tiende más hacia el lado que delimita el fracaso que la vertiente donde se localiza el éxito. En este momento de la temporada los objetivos no se alcanzan pero es importante colocarse en los lugares adecuados para poder pelear por ellos. Estoy de acuerdo con el fundamento esgrimido por el técnico del barrio de Hortaleza, aunque valga el dato histórico que en su nacimiento era un municipio y no pertenecía a la capital del estado, donde defendía el argumento que los premios de una temporada se jugaban en los últimos diez partidos y las jornadas anteriores solo rentaban para tomar posición en el sprint final.
 
Por lo tanto, entiendo la necesidad de ir adquiriendo un puesto ventajoso para asaltar los sitios que dan derecho a jugar las competiciones importantes de la vieja Europa. El club se mueve en un presupuesto en el cual es innegociable no participar en Champions o Europa League, sin esto estaríamos abocado a retroceder varios peldaños. Incluso, voy un poco más lejos, la temporada pasada defendía como clave para crecer jugar la máxima liga continental por encima de un título y en la actualidad pienso igual. Volver a escuchar en el Pizjuán el himno de Tony Britten nos haría soñar con fichajes de cierto nivel para pelear algo más que una simple plaza europea. La liga se está igualando y no podemos perder el tren ni quedarnos apeado en la primera estación.
 
Pienso que la primera meta es ganar los próximos tres partidos, las victorias nos daría pié a finalizar la primera vuelta con 32 puntos. En la liga de tres puntos el Sevilla FC ha superado o igualado esta cifra en cinco campañas. Esta puntuación nos daría un sitio privilegiado en la parrilla de salida de la segunda vuelta, con un poco de suerte y manteniendo el ritmo de partidos como local nos ayudaría a llegar al epílogo de la liga en el punto apropiado para conquistar el preciado botín en la batalla final. Mi pronóstico es el siguiente los puntos de casa y cinco victorias fuera nos llevarían a unos guarismos de 70 puntos y la consecución otro año más del pasaporte para viajar por Europa. 
 
En conclusión, mañana en Nervión se da el pistoletazo de salida a un triunvirato de partidos que decidirá nuestro futuro más cercano y comparando con temporadas anteriores nos sitúan en unos números cercanos a los mejores, únicamente superado cuatro veces.
Sin más, desear a los lectores y seguidores de este rinconcito un prospero año 2016.
 

sábado, 19 de diciembre de 2015

Aprovechando la jornada de reflexión de hoy.

España se prepara para una nueva jornada de votaciones, donde los ciudadanos tenemos la obligación moral de ejercer el derecho al voto. Estamos en deuda con las generaciones anteriores, el no asistir a los colegios electorales es una falta de respeto a aquellos que lucharon y defendieron la libertad de expresión. No podemos caer en la desidia de no cultivar la semilla que nos dejaron nuestros antepasados, debemos explicar y convencer, a los jóvenes de hoy, la importancia de decidir en las urnas a los gobernantes porque el participar te da derecho a exigir, el no intervenir, solo, te faculta para permanecer callado durante otros cuatro años. No es correcto hablar cuando no tenemos la palabra y mañana por un día el españolito de a pié tiene la facultad de decretar que rumbo quiere que tome la vieja piel de toro. No dilapides la competencia que la constitución española te ofrece.
 
Por lo tanto, retomando el título del post, hoy es jornada de reflexión, periodo donde es justo dedicar un tiempo a hacer balance de estos quince días. He de reconocer que he seguido poco la campaña porque desde el principio no me ha gustado los derroteros que ha ido tomando. España es un territorio donde la educación y la tolerancia han primado por encima de cualquier situación y es lo primero que he echado de menos en esta dos semana. Cuando comienza un curso, mis primeras palabras son siempre las mismas, yo tengo claro que sin respeto la convivencia tenderá hacia el fracaso, pero este debe ser mutuo desde mi persona hacia los alumnos y de ellos hacia el profesor. Sin esta regla la armonía emigra hacia otro lugar y lo único que conseguiremos es avivar el fuego de la violencia física y moral. Por lo tanto, los primeros que deben dar ejemplo se han olvidado de la norma principal y como resultado de sus agresiones verbales ha llegado el brutal puñetazo.
 
He sentido vergüenza por la forma de actuar del joven gallego, ha sido en su propia tierra donde ha acontecido la agresión, es duro que te maltraten pero si son los tuyos el dolor es más grande, nunca estamos preparados para tanta injusticia, es difícil de aceptar este tipo de acciones aunque desde mi punto de vista me parece más negativo la cantidad de chistes malos que han surgido a partir de la acción y ha estado circulando por las redes sociales. Personalmente, me preocupan más los palmeros, como este menor de edad, que el jefe que mueve los hilos. Sin ejecutores no se podrían llevar a cabo las hazañas propuestas desde el pulpito. Yo no reconozco mi entorno, no es justo criticar y mortificar a gobernantes cuando yo hago lo mismo. No podemos predicar de forma demagoga sabiendo que nada se va a cumplir porque mi intención única es ver los toros desde la barrera, no tomar decisiones sino derrumbar las que se tomen para el propio egoísmo de la persona. 
 
En conclusión, aprovechando la jornada de reflexión hago en voz alta pero silenciosa mi reflexión. Cada uno es libre de hacer balance yo cumplo con mi obligación y mañana votaré para seguir siendo libre de hacer lo que mi pensamiento me dicta que no es otro que apoyar el bienestar de mi trocito de tierra.
 
 
 

martes, 1 de diciembre de 2015

Posesión, expulsiones y ningún saque de puerta.

En el fútbol, al final, solo cuenta el marcador. Esta frase encierra mucha verdad pero, también, esconde muchos argumentos que no se pueden soterrar detrás de un resultado. Si miramos los titulares del pasado domingo podemos caer en la trampa de sacar conclusiones equivocadas. Un único gol y dos expulsados en el equipo contrario dejan muchas dudas en el aficionado de barra de bar que lee los titulares de un periódico que únicamente destaca lo más importante o transcendente ocurrido en el césped. En el terreno de juego, como bien dijo Émery, el Sevilla FC fue mejor con once, con diez y con nueve jugadores. Sin embargo, matizaría esta declaración, con once el conjunto  estuvo, bien, con diez es la parte donde demostró más superioridad y con nueve tuvo miedo a perder el botín y se limitó a dejar pasar el tiempo y mantener la posesión del balón.
 
Desde mi punto de vista, el once del barrio de Nervión descompuso y borró del tapete verde a los futbolistas de la ciudad del Turia, debemos recordar que en la última visita ligera de la temporada habían ganado por cinco goles a uno al RC. Celta de Vigo, desde la intensidad y la anticipación en las jugadas. El Sevilla FC presionó de forma ordenada, consiguiendo que el equipo visitante nunca estuviera metido en el partido, siempre, fueron a remolque corriendo detrás del esférico dominado por los jugadores entrenado por el técnico Unai Émery. La posesión fue una diferencia que sirve de indicador para demostrar la diferencia entre  dos gallitos de la competición. No  es correcto justificar la superioridad del los locales partiendo de la desmotivación de los foráneos o la falta de confianza en un entrenador que saltaba sabiendo que era el epílogo a una etapa con buenos resultados.
 
Otro dato importante es la forma de producirse las expulsiones, las cuatros tarjetas amarillas son en jugadas donde el pelotero blanco se adelanta al naranja. Ninguna se produce por una agresión, unas manos o un salto. Todas son en la disputa del balón por el suelo, siendo tres patadas que no tienen discusión y un manotazo en la cara cuando pierde la pelota por la presión a la que estaba siendo sometido el lateral Cancelo. El Valencia CF jugó con muchos mediocampistas y pocos jugadores de banda, eso facilitó que los laterales sufrieran las acometidas del juego por los extremos del Sevilla FC, ganando bastantes superioridades dos contra uno con los laterales, teniendo que salir los centrales de su posición. Me recordó a tiempos pasados cuando Capel, Adriano o Navas expulsaban cada domingo a un defensa de los foráneos.
 
Para finalizar quiero hacer hincapié en un dato que no puede pasar desapercibido para el aficionado sevillista, es la primera vez en cuarenta y tres años viendo fútbol de primera división que una escuadra acaba una disputa sin sacar de portería. El Valencia CF no fue capaz de llevar la pelota a la línea de fondo del campo contrario, eso es inaudito, nunca lo he visto ni en amistosos entre rivales de distinta categoría. Esto es digno de alabar porque la defensa es muy importante para la consecución de los triunfos. Un equipo que no reciba gol siempre puntúa. Por lo tanto, yo me quedo con este dato que m llama la atención y resumen muy bien las cosas buenas que tuvo el partido. En definitiva, un 1-0 pero con una gran cantidad de matices buenos y un solo punto negro el marcador.