Pretemporada política.

La pretemporada en el fútbol es la época del año donde los técnicos realizan todo tipo de prueba para ajustar la plantilla, es el momento de tantear los nuevos fichajes y algunos jóvenes que ascienden desde los estratos inferiores del club. Es un periodo de adaptación, donde las nuevas incorporaciones deben mostrar detalles para confiar en su rendimiento y proporcionar soluciones a las carencias del equipo en la temporada anterior. Siempre se ha comentado en el entorno del deporte rey una frase que enclaustra mucha verdad: "los experimentos mejor con gaseosa y no en la alta competición"

Si exportamos esta visión futbolística de los meses de verano a los gobiernos municipales elegido por el pueblo, puede que sin darnos cuenta vivamos una pretemporada política. Las personas están hastiadas con los distintos episodios que cada día salen a la luz pública, dejando en mal lugar a los principales partidos españoles. El bipartidismo  ha cavado su propia tumba por culpa de unos cuantos que han mirado por su bienestar pisoteando los principios fundamentales que rigen cualquier sociedad. Estos personajes han hecho un gran daño al país, propiciando la irrupción de otras formas de pensar con una visión muy distinta. Las nuevas corrientes han propuesto aquello que el pueblo quería escuchar porque eran los propios ciudadanos los que tomaban la palabra.

La clase política acomodada, en España, necesitaba un toque de atención para comprobar que los españoles tienen voz y voto y son capaces de cambiar las directrices de una nación. En esta situación de penuria económica o de crisis de valores es fácil creer a los buenos comerciales que mencionan las palabras mágicas y son capaces de vender cualquier producto. Ahora queda ver la segunda parte, si esas propuestas son viables y se pueden llevar a cabo. Por lo tanto, es importante conocer la forma de trabajar y la defensa de las propuestas realizadas desde detrás del burladero, siendo imprescindible saltar al ruedo, lugar donde se ven a los buenos toreros cuando el toro es de verdad.

Consecuentemente pienso que estas elecciones municipales es una buena pretemporada para averiguar de primera mano la evolución de estos nuevos equipos que acceden a la liga de las estrellas. Es transcendental saber si son buenos o malos. Tenemos la posibilidad de comprobar a pequeña escala si realmente son capaces de imponer su forma de pensar con sus nuevos ideales o por el contrario al final les puede el afán de protagonismo y sus modelos son utópicos. A estos nuevos dirigentes les tiene que quedar claro que el ciudadano español está por encima de las formas o detalles externos y lo único que busca son soluciones a los distintos problemas que asolan  el estado.

En mi opinión, es importante abrir camino a las nuevas alternativas para indagar en su valía, sin olvidar, la idea del principio: "los experimentos mejor con gaseosa".